Ella tenía 09 años de edad y él 15 años de edad.
María II murió de viruela en 1694, dejando a Guillermo III como gobernante en solitario. Pese a que la había humillado ante los ojos de todos al tener varias amantes, a Guillermo le afectó profundamente la muerte de su esposa. Su renombre, sin embargo, decayó durante su reinado como gobernante único.
De acuerdo con algunos eruditos modernos, Guillermo pudo haber sido bisexual, pues tuvo varios favoritos masculinos. Concedió dignidades inglesas a dos de sus cortesanos holandeses: a uno lo nombró Conde de Portland y a otro Conde de Albemarle, pero son acciones que no llevan a ninguna conclusión.
Guillermo III continuó gobernando solo. Sentía preocupación por la cuestión sucesoria al trono de España, pues su rey Carlos II era un inválido impotente sin ninguna perspectiva de tener descendencia y todos los imperios europeos querían un pedazo de España para ellos.
. Guillermo III de Inglaterra y Luis XIV de Francia, los más poderosos, firmaron el Primer Tratado de Partición que generaba la división del Imperio Español: el príncipe José Fernando de Baviera, austríaco emparentado con el Rey Carlos II de España, obtendría España, mientras que Francia y el emperador de Italia se repartirían entre ellos los territorios restantes. José Fernando de Baviera, además, era heredero de todos los reinos, estados y señoríos de la Monarquía Española desde 1696, por testamento del rey Carlos II de España.
La Corte Española, sin embargo, expresó indignación por la intromisión de Guillermo III, aparte de que no habían sido consultados previamente sobre la desmembración de su propio imperio, y se esforzaron por mantener los territorios bajo soberanía española .
Guillermo III y Luis XIV no les hicieron caso. Cuando murió José Fernando (1699), las luchas se reanudaron. Un año después, en 1700, los dos monarcas pactaron el Segundo Tratado de Partición (el Tratado de Londres), según el cual los territorios en Italia pasarían a uno de los nietos del rey de Francia, y los otros territorios españoles serían heredados por el segundo hijo del emperador de Italia. Este nuevo arreglo también enfureció a los españoles.
De una manera inesperada, el inválido rey de España, Carlos II, atendiendo el reclamo de los españoles, a finales de 1700 y de manera unilateral, decidió que todos los territorios españoles pasaran a manos de Felipe, el segundo de los tres nietos de Luis XIV de Francia. En vista de esto, el rey francés se hizo convenientemente el desentendido del Tratado de Londres y demandó la herencia española en su totalidad.
Esa decisión de Carlos II de España lo alentó además a cambiar su posición con respecto a Guillermo III, reconociendo a Jacobo Francisco Eduardo Estuardo –el hijo de Jacobo II, que había muerto en 1701– como rey de Inglaterra. Debido a esto, se generó un conflicto mayúsculo, conocido como la Guerra de Sucesión Española, que duró hasta 1713, mucho después de la muerte de Guillermo III.
La herencia española, sin embargo, no era el único problema que le preocupaba a Guillermo III. Su unión con María II no le había dado hijos, por lo que no pudo crear una línea sucesoral.
La hermana de María, la
princesa Ana,
había tenido numerosos embarazos, pero todos sus hijos habían muerto al
nacer o a los pocos años de edad. Por lo tanto quedó la princesa Ana como la única heredera en la línea de la sucesión establecida por el Acta de Derechos que creó el Parlamento para evitar que los herederos de Jacobo II accedieran al poder.
Durante una cacería, Guillermo III sufrió una aparatosa caída que le provocó serias heridas, entre ellas la más grave, una fractura de clavícula; esto, sumado a una fulminante neumonía, provocaron su muerte.
Murió en el Palacio de Kensington el 19 de marzo de 1702 a los cincuenta y un años de edad. Fue sepultado en la Abadía de Westminster, al lado de María II, su esposa.
Posición de Guillermo III en la cronología
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